El Coliseo Romano se construyó en el 72 después de Cristo y se inauguró en el 80 con celebraciones que duraron más de 90 días con luchas a muerte que protagonizaron los gladiadores, peleas de animales y una entrada gratis que aglutinó a 55.000 personas.
En el siglo XIX la estructura quedó bajo la arena y adquirió la importancia arquitectónica, que aún hoy habla de la historia del gran Imperio Romano
Fue llamado desde un principio como el Anfiteatro Flabio, surgió su ubicación en el centro del valle, rodeado de tres cerros llamados Palatino, Celio y Esquilino, pero no fue una casualidad su enclave, dado que antes en ese mismo lugar estuvo ubicada la casa de Nerón “Domus Aurea” y su lago artificial.
el Coliseo de Roma es uno de esos monumentos reconocidos en todo el mundo. Su imagen es posiblemente una de las más fotografiadas y maravillosas de la Ciudad Eterna. Un edificio con veinte siglos de historia y que albergó en su momentos las célebres luchas de gladiadores y otros espectáculos. Pero, ¿sabíais que es también uno de los lugares más encantados del mundo?
Cuentan las historias que en este sentido corren por la capital italiana que de noche, en los pasillos y las mazmorras de este Coliseo, aún se oyen los gritos de los presos que esperaban saltar a la arena para ser ajusticiados o devorados por las fieras. Son muchos los turistas y lugareños que afirman haber escuchado voces susurrantes, sonidos de llantos, lamentos y hasta gruñidos de animales salvajes en los fosos situados bajo el anfiteatro.
Pero especialmente son los vigilantes nocturnos de este monumento los que atestiguan estas historias fantasmales. Hay otra leyenda que asegura que el espíritu del emperador Tito, hijo de Vespasiano (el gobernante que mandó construir el Coliseo), vaga por los alrededores de este monumento cada noche. Seguro que es un motivo y una excusa más para visitarlo, ¿verdad?
Precisamente hay una excursión a pie por Roma dedicada a los fantasmas y misterios más conocidos de esta ciudad. Se visitan, además del Coliseo, lugares como el Corso Vittorio Emmanuele II, el Campo de Fiori, la Piazza Farnese, Via Giulia, la Via del Governo Vecchio y el Castillo de San Angelo. Esta ruta parte cada noche desde la Iglesia de San Andrea della Valle y concluye en el castillo. Una oportunidad única de conocer la ciudad de noche y, porqué no, pasar un poco de miedo…
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